Sobre Maryjann

Inicié mi recuperación a finales del año 1994, pero mi code viene de mi niñez.  Recuerdo que desde niña sabía que algo no andaba bien en mi familia, veía mucha violencia, angustias y este sentimiento no me dejaba ser una niña feliz.   

Ahora comprendo que era muy analítica, me fijaba en todo y por eso me daba cuenta de todo lo que pasaba y me sentía indefensa para poder cambiar mi entorno.   No podía estudiar ni concentrarme en tener buena relaciones con mis amiguitas, me sentía rechazada, en verdad creo que me rechazaban por ver como eran mis padres, en verdad era algo inaceptable a la sociedad (alcohólicos y escandalosos).  Los niños son muy malos con los débiles e indefensos.

Estudie mi escuela primaria en un gran colegio con una beca que perdí ya que nadie se ocupaba de mí, mucho menos de mis estudios.  Pasé a un colegio público donde mucho menos me sentía adaptada, eran de menos recursos económicos y más bruscos en el trato, nunca me adapté hasta que me gradué.

Terminando mi escuela secundaria conocí al que es mi actual esposo, una bella persona, nos casamos y empezaron mis problemas mayores al tener que trabajar, cuidar mi hogar, hijos, esposo, mis deberes domésticos y mi carga de codependencia de mi hogar de origen.   Fueron unos años de pesadilla tanto para mi persona como para mi familia.   Estaba en code pura y activa.  No vivía ni dejaba vivir.

Apenas tenía 19 años y ya tenía un hijo, con una gran inocencia ya que  no fui de las que salió a fiestas, no conocía la vida ni diferentes tipos de persona o situaciones.      Esta situación me llevó a fusionarme  a mi esposo buscando la satisfacción y seguridad que nunca tuve con mis padres.  Con mis hijos era extremadamente exigente para que fuéramos una familia feliz y buena como la que siempre desee desde niña.   Debo agregar que entre mi esposo y yo hay un gran amor, pero la code lo saboteaba.

Mis hijos crecieron, mi esposo se cansó de mi codependencia y en una de tanta:  te dejo, me dejas, nos reconciliábamos,  nos volvemos a dejar, toqué mi fondo.

Mi fondo fue estar con mis hijos y sin el apoyo de mi esposo.    Algo tan tonto como que el automóvil se dañó y no sabía que hacer, quien lo iba a reparar, que estaba perdiendo mi hogar,  fue lo que me hizo recapacitar que necesita ayuda urgente.   Como soy bastante inteligente (modestia aparte) y perfeccionista, sabía que podía ser por el alcoholismo de mis padres, (nadie nunca me habló que eso afectaba).   Dentro de mi ingobernabilidad,  ignorancia e inocencia me iluminó mi Poder Superior para buscar ayuda.

Al llegar a una institución que trataba a los familiares de los alcohólicos me recomendaron a una profesional que sabía de la codependencia y este me envió a los grupos de autoayuda.

Estaba feliz ese día  después de mi primera reunión, por fin alguien me entendía y entendía lo que me pasaba, debo decir que también estaba algo asustada ya que “estaba enferma”, emocional, pero enferma.

Volví con mi esposo, seguí en los grupos al pie de la letra y ahora estoy aquí pasados muchos años siguiendo el camino a me recuperación.   Sigo con mi esposo, pero las secuelas de mi code en mis hijos a afectado mucho. Son mis más severos jueces, algunos no me perdonan aunque he pedido perdón, pero eso actualmente no me hace sufrir ni perder mi serenidad.    Parece egoísta, pero debo cuidar de mi ante todo, de lo contrario me descarrilo nuevamente. 

Pienso, que si yo que soy tan code he podido cambiar, mis hijos con los mensajes que les he dejado que se puede cambiar, también pueden sanar por su cuenta sus heridas, sus resentimientos hacia mi persona, lastimosamente no puedo hacer nada más que seguir cuidando de mí y dejarlos en manos de su Poder Superior.

Sobre mi familia de origen, mi padre murió a causa de un golpe en uno de sus días de alcoholismo, mi madre sigue de controladora y bebe de vez en cuando, mis hermanos afectados no se pueden llevar entre sí y yo los visito poco para que no me afecten sus actitudes disfuncionales.

La vida de una code es muy dura,  he pasado buenos momentos,  otros malísimos, ganas de morir, grandes dolores de madre, de esposa, pero en recuperación se puede seguir adelante,  vivir y dejar vivir en serenidad.  Tengo mis recaídas, pero me levanto y sigo adelante.  Esta es una pequeñísima reseña de mi historia, creo que si detallo cada momento no terminaría nunca, espero me entiendan y que les llegue su momento de cambiar como a mi.

Maryjann
“Grupo codependientes y sus Sentimientos”